En el marco de nuestro viaje sostenible, donde estamos aprendiendo sobre el impacto de nuestra actividad y emprendiendo acciones para mitigarlo, hemos encargado la continuación del estudio de identificación de flora y fauna hecho durante el 2016 en nuestra emblemática cantera Rosales, esta vez para una de nuestras canteras más recientes, con el objetivo de determinar los siguientes pasos en nuestro trabajo de restauración de dichos espacios.
El plan de restauración va encaminado a restituir la zona dejándola en unas condiciones lo más similares posibles a la de su estado natural actual o intentado mejorar en lo posible la calidad ambiental del área afectada al aumentar las especies potenciales de la zona hoy día prácticamente desaparecidas.
Los resultados arrojan indicadores de biodiversidad y proporcionan sugerencias sobre las especies a utilizar en la reforestación, la composición de la vegetación, y el origen del material que se va a utilizar.
El estudio se realiza en el ecosistema al que la cantera pertenece además de propiamente dentro de la explotación. Es esencial identificar el ecosistema de referencia y su composición, siendo el objetivo de la restauración reintegrar la cantera a la zona circundante y fusionarla con el entorno.
Gracias al este monitoreo es posible establecer los objetivos alcanzables en la restauración, y a la vez medibles a lo largo del tiempo.
Resultados
Dentro de los resultados, queremos resaltar los siguientes:
Se ha detectado la presencia de un total de 30 especies de aves. Respecto a la avifauna diurna, se han detectado 27 especies, de las cuales 16 son paseriformes y 11 son no paseriformes, y entre estas últimas tres son rapaces diurnas (cernícalo vulgar, halcón peregrino y buitre leonado). En cuanto a la avifauna nocturna, se han detectado un total de 3 especies, que son el búho real, el mochuelo común y el alcaraván común.
De todas las especies de aves detectadas, 27 son residentes, es decir, permanecen de forma permanente en la zona y crían en ella; 1 es estival, es decir, únicamente permanece en la zona durante la temporada de primavera y verano, criando en la zona; y, por último, 2 de ellas son invernantes, es decir, pasan los meses de invierno en la zona, pero crían en latitudes norteñas. De todas ellas destacar especialmente las siguientes especies: búho real, halcón peregrino, cernícalo vulgar, gorrión chillón, carbonero común, colirrojo tizón, collalba negra y cogujada montesina; todas ellas tienen potencialmente la capacidad de utilizar la cantera como zona de cría.
En cuanto a los mamíferos, a través de la técnica de detección a través de rastros e indicios se han detectado un total de cinco especies, y una de estas además se ha observado de manera directa. De todas ellas, tres son cinegéticas (cabra montés, jabalí y zorro) y dos están protegidas (gineta y garduña)
Por último, en cuanto al grupo de anfibios y reptiles, se han podido observar de manera directa un total de tres especies (lagartija ibérica, lagartija colilarga y salamanquesa común). Por otro lado, se ha consultado la base de datos del programa de seguimiento de anfibios y reptiles españoles (SARE) de la Asociación Herpetológica Española. Dicha base de datos tiene información de citas en la zona de un total de 9 especies que no se han detectado durante el inventariado, debido a que como ya se ha comentado anteriormente se trata de un grupo que presenta una baja detectabilidad dependiendo de la época del año y la dependencia del medio acuático en el caso de los anfibios.
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